Perfil del egresado

El profesional egresado del Programa Académico de Español y Lenguas Extranjeras se encontrará con amplias posibilidades de desarrollo laboral en el ámbito de la educación básica, lo que mostrará un impacto real en la transformación de todo el sistema educativo nacional.

a.    El impacto que se proyecta, profesionalmente hablando, está en relación con un educador licenciado en Español y Lenguas Extranjeras que sea capaz de diseñar, gestionar e implementar proyectos y programas pedagógicos en lengua y literatura que den cuenta de una sólida formación y de altísimas competencias en los aspectos disciplinario, de adquisición y desarrollo de habilidades y destrezas inherentes a la enseñanza de las lenguas, y de idoneidad ética y profesional para desempeñarse con eficiencia en el ámbito académico y social, y de esa manera contribuir al mejoramiento de calidad de la educación y al progreso del país.

Estas características exigirán una formación básica, conocimientos y prácticas comunes para todos los futuros docentes-investigadores de lenguas, y una formación específica en función de la identidad y objetos de trabajo de cada disciplina que deberán permitirles desempeñarse como formadores, investigadores, orientadores, administradores, evaluadores e integradores (entre la escuela y la comunidad).

– Como formador, el futuro egresado aplicará los conocimientos disciplinares, pedagógicos, psicológicos y didácticos, adquiridos por medio de sus estudios para poner en práctica las habilidades, las aptitudes y las destrezas que le permitan enseñar en un ambiente favorable a la comunicación, la interacción y el desarrollo de experiencias significativas de aprendizaje en un proceso coherente y funcional.

– Como investigador, el egresado tendrá una actitud que le permita reflexionar sobre los problemas de la educación y de la pedagogía, apropiarse permanentemente del desarrollo del saber tecnológico, científico y humanístico, y producir conocimiento en el campo pedagógico que pueda ser aplicado en el proceso educativo, de acuerdo con la realidad nacional, regional y local.

– Como orientador, el futuro docente será capaz de asesorar al alumno en su formación académica, ayudándolo a superar problemas de aprendizaje en el campo de las lenguas y la literatura, estimulando sus capacidades y valores individuales.

– Como administrador, el futuro docente será conocedor de los marcos legales y administrativos del quehacer escolar que le permitan planear, organizar, controlar y evaluar planes de estudio, programas académicos y actividades pertinentes a las políticas institucionales, para lograr eficiencia administrativa y calidad académica.

– Como evaluador, el futuro docente planeará el proceso de evaluación de los aprendizajes teniendo en cuenta que la evaluación debe ser una tarea formativa, que redunde en el mejoramiento académico del alumno y que sirva, a la vez, de realimentación al trabajo del profesor. Para esto, deberá ser capaz de elaborar, aplicar y analizar instrumentos de evaluación diagnóstica, formativa, sumativa, de autoevaluación y de coevaluación.

– Como integrador entre la escuela y la comunidad, el futuro docente estará en capacidad de buscar la interacción entre los valores académicos, personales, familiares y sociales que permitan una integración real y activa entre directivas, profesores, padres de familia y alumnos, con el fin de detectar, enfrentar y dar solución a los problemas educativos y culturales comunes, al igual que promover la cultura y las tradiciones nacionales.

b.    En el ámbito ocupacional, el Licenciado en Español y Lenguas Extranjeras estará en capacidad de poner al servicio de la comunidad educativa y de la sociedad en general técnicas y estrategias en su desempeño profesional, fundamentalmente en su labor docente-investigativa. El egresado del Departamento de Lenguas se caracterizará por ser un individuo:

– Conocedor de los principios éticos, responsable de sus actos y apto para trabajar en equipo.

– Autónomo, capaz de desarrollar el libre ejercicio del juicio y de la crítica.

– Líder en el cambio social, comprometido con el conocimiento y la solución de los problemas regionales y nacionales, con visión universal.

– Profesional y científico en su campo, con una sólida formación integral.

– Acompañante del estudiante en procesos que le ayuden a seleccionar, entender y reelaborar la amplia información disponible.

– Conocedor profundo de temas centrales, grandes esquemas conceptuales, principios científicos, métodos y modelos integradores de conocimientos.

– Conciliador de los valores propios de la academia con los principios y valores humanos fundamentales, sin tergiversarlos.